Lo primero hay que pensar es para que usaría la tablet o el smartphone. Hay mucha gente que usa estos equipos como adorno, lo que es más común de lo que se puede pensar. Pero para quien desee comprar una herramienta que lo ayude en su vida personal y profesional, entonces debe pensar en algunos factores como el tamaño, el software del dispositivo y el ritmo de vida de cada usuario.
Mucha gente prefiere cargar su vida entera en el bolsillo y como posee un día movido, necesita tener acceso extremadamente rápido a la información, prefiriendo sólo la lectura y no la edición y para eso es aconsejable un smartphone.
Otra cosa a tener en cuenta es si pasas poco tiempo en la calle, yendo de un lugar a otro, de empresa en empresa o si estás sólo, dentro de una oficina todo el día o tienes pocas actividades fuera de tu escritorio. Para quien no necesita moverse mucho, lo ideal es una tablet, pues te va a facilitar bastante el acceso a la información y no te va a incomodar mucho a la hora de transportarla. Otro factor es si analizar si necesitas andar mostrando tu trabajo a otras personas (diseñadores, arquitectos ó presentaciones ejecutivas). Por ejemplo, si trabajas en la edición de vídeos o imágenes. Para ese tipo de profesional es mucho mejor un dispositivo con una pantalla de 10 pulgadas que uno de 3,7.
Al final todo se resume a las dimensiones del dispositivo, puede ser que los más exigentes se enfoquen en las características del software, pero en ambos casos se obtiene la ventaja de la multitarea que hoy en día es fundamental para cualquier persona.
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