martes, 19 de marzo de 2013

Papa Francisco hace un llamado a líderes mundiales
























El Papa Francisco hizo este martes un llamado a los líderes del ámbito económico, político y social para defender la creación y evitar que la muerte se extienda en el mundo, porque "odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida". 

En la homilía de la misa de inicio de su pontificado, que celebró ante más de 150 mil personas reunidas en la Plaza de San Pedro y en las inmediaciones del Vaticano, reflexionó sobre la figura de San José, custodio de Jesús, María y de la Iglesia. 

"Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente", dijo. 

"No dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro. Pero, para custodiar, también tenemos que cuidar de nosotros mismos. Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida", agregó en un discurso pronunciado en italiano.

 Explicó que custodiar quiere decir vigilar sobre los propios sentimientos y el corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen.. En dos ocasiones el pontífice pidió no temer a la bondad y a la ternura, sólo en ese momento los fieles lo interrumpieron con aplausos. Describió a San José, del cual este día la Iglesia católica celebra la fiesta, como un "custodio" que sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es más sensible aún a las personas que se le han confiado. 

Según el Papa él sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más sensatas. Advirtió que la vocación de custodiar no sólo atañe a los cristianos sino que es una obligación de toda la humanidad: custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón "Es preocuparse uno del otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como padres, cuidan de los hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en cuidadores de sus padres", explicó. 

"Es vivir con sinceridad las amistades, que son un recíproco protegerse en la confianza, en el respeto y en el bien. En el fondo, todo está confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos afecta a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario